Realmente no he empezado esta semana, ya llevo un mes con esto de la transición al minimalismo, pero ha sido un mes con muchísimo trabajo, muchos viajes a Madrid, poco tiempo, irregularidad... En fin, que podría considerar perfectamente que empiezo ahora.
Para los que estén leyendo esto y no se hayan enterado antes: me paso al minimalismo, barefoot running, running natural como quérais llamarlo (no es lo mismo exactamente). Le digo adiós a mis fieles Adidas hiperamortiguadas con las que he corrido tantos kms hasta hora (cientos de entrenamientos, carreras, 5 maratones y sobre todo 5 planes de maratón) y sobre todo le digo adiós a una técnica, que quizás no era muy mala, pero que seguro que se podía mejorar. Ahora me veréis con zapas con suelas superfinitas, alguna que otra vez me veréis descalzo y quizás en un tiempo me veáis corriendo con huaraches, unas sandalias to finas y to guarras con las que dicen que se corre divinamente. Las probaremos, seguro. Pero todo eso no es lo que me importa, yo no quiero correr descalzo, ni tener zapatillas minimalistas super fashion, ni lo hago por lesionarme menos, ni siquiera mi interés es mejorar la técnica, lo que me interesa es CAMBIAR EL ROLLO, DIVERTIRME, DISFRUTAR, CORRER CON UNA SONRISA EN LA CARA, sobre todo ésto último. Es la frase que se me ha quedado grabada del bestseller de Christofer McDougall, Nacidos para Correr.
Evidentemente sí, si me ha influido el fantástico libro de McDougall, pero tengo que reconocer que antes incluso del libro estuvieron Santi Ruiz y los chicos de Cualquiera puede Hacerlo. No me resisto a utilizar el cliché con el que siempre lo presentan: Santi es el gurú del minimalismo en España. Pero a mi eso de los gurús y de la gente que entiende, por lo general, me la sopla. Lo que me interesa y me inspiró de él es la sensatez y humildad de sus palabras en el blog. Me convenció en dos posts y me inspiró a emprender este camino. Es el plusmarquista europeo no oficial de maratón descalzo con 2h59' (toma marca!) y el domingo que viene en Málaga espera convertirse en el plusmarquista oficial de maraton barefoot.
Este fue el día en que Santi bajó de 3h descalzo en distancia maratón
Espero conocerlo algún día y escribir alguna cosa en su fantástico blog. Pero ahora vamos a lo que vamos.

Y la semana siguiente tuve el primer percance de correr descalzo. Era el segundo entrenamiento de la semana. Por la mañana, antes de entrar al curro. Hacía mis primeros metros descalzos por Mairena por una calle residencial llena de palmeras y pasé por una zona llena de semillas que se clavaban en el pie. Vi las estrellas. Y en vez de parar, taloneé un par de veces y entonces sí, me hice daño en el talón izquierdo. Tanto, que toda esa semana me dolía andando, con cualquier calzado (de ir descalzo esa semana ni hablar). Y dejé de entrenar. Y luego vino una semana entera currando en Madrid, donde no cogí las zapas ni un solo minuto. Y bueno... así ha pasado este primer mes hasta esta misma semana, que es la que considero que ha sido la primera semana completa de entrenamiento minimalista. Y la considero así porque la semana pasada, leyendo a Santi una vez más, encontré la manera de interiorizar mi técnica minimalista. Uno de los principales "mandamientos" de la técnica natural o minimalista es aumentar el número de zancadas por minuto, hasta las 180 o algo más. En los primeros días iba contando todo el rato. Contaba en 30" y me tenían que salir 90 zancadas. Y casi siempre salían más bien 86-88... por lo que faltaba un poquito de concentración más. Pero la verfad es que era un coñazo correr así, contando los pasos a cada momento. Pues bien, el truco lo encontré leyendo a Santi una vez más: ¡me pillé un metrónomo para el iphone! Claro. Ahora lo malo es que cambiaba mi indie rock por un machacón golpecito de martillo, pero bueno, así clavo los 182 ppm. Desde ese día corro despreocupado, con la zancada bien corta, debajo del eje del cuerpo, sin talonear, relajado... chachi.
Venga, paso ya a contar los entrenamientos de mi primera semana minimalista:
- Lunes: Ciclo Indoor, intensidad media.
- Martes: 4,83 kms con las Merrell (ninguno descalzao)
- Miércoles: Ciclo Indoor, intensidad moderada.
- Jueves: 100UP + 4,84 kms con las Merrell (nada descalzo)
- Viernes: Ciclo Indoor, intensidad moderada
- Sábado: 100UP + 1km descalzo + 4,5 kms con las Merrell.
Tengo que meter tres días de Ciclo para darme caña, sudar y mantener un poco el físico, que la navidad está aquí ya y los mantecaos que me como yo solo podrían financiar el viaje de fin de curso de una clase entera.
Sensaciones buenísimas, con agujetas en gemelos inferiores, que es señal de que lo estoy haciendo bien.
Hay que ir poco a poco, eso sí. Y es de las cosas más difíciles. Por lo visto esto de la transición es algo lento, ese es el truco. Quizás dure un año o más.... ¿aguantaré? Claro que sí. :)
Acabo con un video de los Tarahumaras, la tribu de la que habla McDougall en el libro. Escucharéis hablar de ellos porque se están haciendo muy populares (por desgracia para ellos, creo yo). Su popularidad aumenta casi tan rápido como el minimalismo entre el mundo runner. No quiero apostar cuál de vosotros caerá primero. lo que estoy seguro es que todos terminaréis corriendo minimalista. Tiempo al tiempo.
La semana que viene, más.
Acabo de leer la entrada completa y al ver el vídeo de santi corriendo el maratón he flipado. Cuando lo vi la primera vez en agosto no me gustaba nada el estilo, pensaba que era lo que menos me gustaba del minimalismo. Y ahora lo he visto y me parece una forma de correr preciosa. Qué bien!
ResponderEliminarY si queréis flipar de verdad viendo a un tío corriendo descalzo, no os perdáis al Sr. Cucuzzella. Eso es arte pura, descalzo o con botas de montar.
http://www.youtube.com/watch?v=zSIDRHUWlVo